Prisionero de la nostalgia
Lo que no se siente hasta el punto en que se derrama incontrolablemente, no se siente en verdad.
Lo que no se siente hasta el punto en que se derrama incontrolablemente, no se siente en verdad.
Desafiemos los algoritmos que moldean nuestra intimidad y busquemos en el acto sexual físico un significado personal y humano, alejándonos de los peligros de un mundo digitalizado que nos desconecta de nosotros mismos